LAS VOCES DEL PUEBLO
El Secretario General advirtió a los líderes presentes en la inauguración de esta COP, que si no actúan estarán traicionando a la humanidad y las futuras generaciones. Pidió además especialmente a los principales emisores de gases de efecto invernadero, que actúen con “la ambición que pide la gente” para evitar un desastre que ponga en peligro la salud y la seguridad de todos en el planeta. Además dijo: ¿realmente queremos ser recordados como la generación que enterró su cabeza en la arena, que trapicheó mientras el planeta ardía? y lanzó el llamamiento a todos los países que los combustibles fósiles deben quedar bajo el suelo. “No hay tiempo ni razón para retrasar. Tenemos las herramientas, tenemos la ciencia, tenemos recursos”. Más claro, agua.
Todos los Presidentes de Gobiernos deberían haber bajado la cabeza de vergüenza, de haber llegado a esta situación por sus políticas nefastas, por sus postureos inauditos, por su entrega incondicional a las multinacionales.
Esta mañana, en la Zona verde, estaba la Ministra de Transición Ecológica en funciones detrás de numerosas cámaras de televisión y se paró, como no, en el Stand de Iberdrola, que como ya he dicho en anteriores crónicas, es una tomadura de pelo que encabecen estas multinacionales del negocio, este evento de gran relevancia para nuestra humanidad.
En varios informes presentados ayer precisamente con el aforo medio vacío por la Organización Meteorológica Mundial, advirtió que SIETE MILLONES DE PERSONAS MUEREN AL AÑO por la contaminación del aire con los mismos gases que causan el cambio climático. Además, en 2018, la cantidad de personas de más de 65 años expuestas a olas de calor aumentó en 220 millones con respecto a la media del periodo entre 1986 y 2005. Sin embargo mostraba que uno de cada cinco países tiene estrategias de salud en materia de cambio climático.
¿Por qué no se actúa? La responsabilidad sin duda son nuestros representantes que cuando hay eventos de este tipo, sacan pecho diciendo que hacen mucho y no hacen nada.
El mismo informe citado anunciaba ya el aumento de 3 grados a la vuelta de la esquina, con fenómenos meteorológicos extremos y anómalos. Todo ello ampliado por el riesgo de hambrunas en la destrucción de las cosechas y desaparición de los recursos marinos por la sobreexplotación. La reciente hambre en el mundo que ha aumentado desde 2018 lo padecen ya 820 millones de personas. Estremecedor. Entre enero y junio de 2019 se han registrado más de EL DESPLAZAMIENTO DE SIETE MILLONES DE PERSONAS como consecuencia de fenómenos climáticos peligrosos.
El mundo llora por un planeta que padece las consecuencias de la irresponsabilidad de un sistema político que ataca la estabilidad de los ecosistemas por no poner soluciones inmediatas y abordar con precisión y sin miramientos, la emergencia climática caiga quien caiga. Pero claro, ya sabemos lo que ocurre en los Consejos de Directivos de las multinacionales o los lobbies de las multinacionales que se adentran en el parlamento Europeo y en otros Estados.
Esta mañana, un grupo de jóvenes indígenas en la zona azul realizaron un acto de protesta con pancartas de cartón solicitando “Derechos Humanos”, derechos por sus tierras, por sus culturas, por sus vidas que son asesinadas en genocidios permitidos por los gobiernos, los mismos que están en la COP debatiendo contra el cambio climático mientras que por otro lado permiten en sus respectivos países la opresión a los pueblos indígenas y la deforestación o el robo de los recursos naturales. Eso sí, en esta protesta, vigilados estrechamente por miembros de la ONU uniformados y armados. Ellos sí que tienen que ser vigilados. El que destruye la Tierra, es aplaudido y se le da la mano.
Y mientras en la zona verde, donde se encuentra la sociedad civil marginada, sigue gritando, mientras que representantes del gobierno de España y multinacionales, pretenden dar lecciones a los que llevamos décadas luchando por la vida.
PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio
Nombrado por la Secretaría del Cambio Climático de las Naciones Unidas como Observador de la Sociedad Civil.
