El Dr. Itai Roffman, miembro de la Junta Directiva del PGS y Delegado en Israel, responde en un artículo al último asesinato conocido de un homínido en un zoo privado de Attica en Atenas (Grecia)

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Chimpancé fugitivo asesinado en zoológico privado de Attica -  Atenas (Grecia)

https://greekreporter.com/2022/06/26/chimpanzee-escaped-from-athens-zoo-shot-dead/

Los zoológicos tienen un propósito comercial tratando de obtener el máximo de ingresos y minimizar los costos, se beneficiarían enormemente al transformarse en santuarios. La falta de formación científico-académica antropológica del personal y de la dirección provoca graves lagunas por malos entendidos. Surgen situaciones trágicas donde no existe conocimiento del idioma y la cultura de los chimpancés en un zoológico. Se pueden evitar tragedias innecesarias si los cuidadores del zoológico construyen alianzas con los chimpancés y aprenden sus idiomas.

Los beneficios educativos no pueden surgir de los chimpancés en una jaula o recinto de jardín, ya que el alcance de la diversidad cultural de los chimpancés debe manifestarse a través del cambio de su estatus en la sociedad, ya que son especies hermanas de los humanos evidenciadas científicamente, genética, psicológica y culturalmente, lo que respalda su inclusión en el género Homo. Son homínidos y requieren un cumplimiento potencial de tipo prehistórico prehumano a través de santuarios de rehabilitación cultural ecológica. Nosotros y todos los demás grandes simios somos homínidos merecedores de los derechos de personalidad.

La vida en un entorno cautivo montado frente a visitantes que pagan sin privacidad ni lugar para esconderse es la esclavitud moderna para los grandes simios. El semicautiverio es habitable solo si se pueden asegurar sus comportamientos culturales específicos, privacidad, entornos ecológicos y autorrealización haciéndoles sentir que están en la naturaleza al rodear un gran ecosistema con viviendas en cuevas, árboles frutales y de sombra con una cerca perimetral lo suficientemente grande exploración completa con animales y plantas a su alrededor para minimizar los comportamientos estereotípicos. No necesitan ver a los visitantes humanos que pueden observarlos desde lejos.

 Específicamente para los chimpancés, deben tener todos los materiales naturales para permitir que se manifiesten sus tradiciones culturales homínidas (desde herramientas para hacer, buscar, cavar y procesar su propia comida, rituales, unidades familiares estables y viviendas subterráneas, estanque con peces y lirios, árboles y arbustos para anidar y construir tiendas de campaña y experiencias de aventura).

Las familias y coaliciones de chimpancés suelen ser estables debido al aburrimiento y al deseo de estar solos en un entorno confinado, triste e insatisfactorio, rodeado de extraños. A menos que lleguen influencias externas, como nuevos chimpancés inesperados, el traslado de un chimpancé lejos de su grupo familiar o el malestar social de los visitantes del zoológico que se ríen de ellos o arrojan comida o basura a los chimpancés, no debería surgir un conflicto entre grupos. Si es así, se necesitan semanas de observación para identificar las causas fundamentales. Los chimpancés son nuestra especie hermana, al igual que nosotros sus sentimientos son heridos y se sienten traicionados, enojados, lloran con lágrimas, intentan comunicar sus necesidades con el lenguaje y se frustran cuando los humanos no los escuchan como iguales. Los chimpancés tienen todas las psicopatologías de los humanos en cautiverio, por lo que el comportamiento de los chimpancés no es normal en un zoológico. Solo en los santuarios de rehabilitación cultural ecológica donde se satisfacen sus necesidades y se construye una alianza entre los cuidadores y los chimpancés, el aprendizaje bilateral del idioma puede comenzar y puede ocurrir una educación real sobre quiénes son como personalidades, el inicio de este proceso puede tener lugar en un zoológico como nuestro apoyos a la investigación. 

En un zoológico, la tragedia se puede evitar teniendo cuidadores de confianza que sean aliados de los chimpancés (ellos eligen a sus amigos y enemigos como lo hacen los humanos), el cuidador de confianza puede hablar en el lenguaje de los chimpancés (vocal, mímica y gestos corporales) y llevarlo a un área segura con ambiente tranquilo y comida. No es necesario matar chimpancés adultos si el público y los cuidadores están informados sobre la diversidad cultural, el lenguaje y las normas de los chimpancés. 

Cada grupo de chimpancés tiene reglas que deben seguir los cuidadores. Esto debería ser una llamada de atención para que los zoológicos aprendan que calmarse y no gritar tirados en el suelo puede resolver problemas. Los machos de chimpancé odian la conmoción y se estresan y agitan cuando los humanos les temen. Crearemos un protocolo y lineamientos para la adecuada reacción del público y del zoológico ante el escape y la mitigación de las causas. 

En cautiverio, los chimpancés son similares a los niños de "El señor de las moscas", donde se transmite muy poca cultura o idioma, ya que los lazos familiares se rompen rutinariamente por transferencias mixtas y combinadas entre zoológicos. Esto significa que las tradiciones culturales ya no pueden transmitirse de generación en generación y toda la memoria de la naturaleza se pierde para los ancianos moribundos que no pueden manifestar su diversidad cultural en un entorno zoológico tan diferente de sus hábitats salvajes. El lenguaje también requiere que se enseñe a los mayores a los jóvenes, y aquí también los chimpancés que provienen de diversos orígenes y subespecies diluyen su herencia verbal hasta el punto en que necesitan inventar un nuevo lenguaje específico para el grupo del zoológico. Esto significa que cada grupo inventa una nueva cultura y en ella el "nosotros" frente al "otro", que es amigo y que es extraño. Al igual que con los humanos en una nueva sociedad. 

Para identificar las razones de las tensiones en el grupo de chimpancés, se deben realizar observaciones durante el día y la noche, buscar agua limpia o problemas de alimentación, el acceso desigual a los alimentos puede causar estrés, ya que cuando un individuo tiene sed o hambre, se enfadará. . Quizás los cuidadores hicieron algo mal para desestabilizar al grupo social, quizás por envidia si un cuidador le dio algo a un chimpancé específico y no a sus superiores o compañeros de jerarquía, incluso comportarse descortésmente con una hembra mayor puede causar problemas en el familia. 

Como mencioné, los chimpancés en cautiverio tienen todas las psicopatologías de los humanos y la depresión, la psicosis y el PTSD pueden manifestarse de muchas maneras, por lo que la jerarquía y la política cambian según la subcultura de su jaula. Su mundo está tan aislado, bloqueado y limitado en cualquier esperanza de satisfacer y expresar sus necesidades personales que el único interés que tienen es en sus bebés o planeando escapar. 

Por  lo general, se basa en el estado de las madres de los machos, sin embargo, en los zoológicos, las familias se separan constantemente y la jerarquía se puede construir a través de alianzas de coalición o quién es el más inteligente o el más fuerte.

El chimpancé macho podría haber sido devuelto a su recinto de manera segura y tranquila y sus compañeros de prisión lo habrían apoyado a su regreso, ya que todos querían escapar del confinamiento y él fue el que lo logró, de hecho, si sobrevivió, esto aumentaría. su estatus en el grupo inmensamente ya que querrían aprender de él cómo hacerlo.

La ignorancia del cuidador y propietario del zoológico se muestra al llamarlo "neutralizar" en lugar de matar. Es un asesinato matar a tiros a una especie hermana del humano, nadie resultó herido por él y el chimpancé debería haber sido dejado solo hasta que tuviera hambre y quisiera volver. Los que causaron el terror no fueron los chimpancés, sino los demasiado entusiastas cuidadores del zoológico que tienen un historial de neutralización de especies en peligro de extinción.

Que su muerte sirva como advertencia y esperanza de cambio, y que su legado sea un recuerdo alternativo de paz entre nuestra especie a través de la personalidad de los grandes simios. 

CURRÍCULUM DE ITAI ROFFMAN

Antropólogo evolutivo. Profesor investigador en Yezreel Valley College (Israel). Se encuentra realizando un “Parque Nacional Nativo” para la protección de las selvas y los chimpancés en Mali con el acuerdo de Jefes Tribales de las Aldeas. Ha recibido numerosos premios por sus investigaciones. Recibió su Maestría en Antropología Biológica en 2006 en la Universidad Estatal de Iowa (EE.UU.) Por sus esfuerzos como representante del movimiento Roots&Shoots de Jane Goodal en Israel, recibe el premio Dr. James Gilli por la Paz en la Universidad de Chicago Illinois (EE.UU.)

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El artículo anterior fue escrito en respuesta a las preguntas e inquietudes planteadas sobre el zoológico con respecto a este caso por parte de un defensor de los derechos de los animales:

Anna Katogiritis, Licenciada en Ciencias, DVM

Médico Veterinario de Urgencias

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